Síes son noes y noes son síes. Parte 2: Cara y cruz.
Cara y cruz.
Cruz y cara.
Toda moneda tiene su anverso y reverso.
En agosto del 22 publiqué este artículo.
Por petición popular, tiene segunda parte.
Esta vez mucho más directo.
No te olvides de comentar, por estar o no de acuerdo, y tus sies y noes.
Cuando dices “Sí” a… dices “No” a… y cuando dices “No” a… dices “Sí” a…
“Sí” al postureo: “No” a soy como el resto, porque me creo más.
“No” a saludar, sonreír, pedir por favor y dar las gracias a quien te atiende: “Sí” a te trato como si estuvieses, uno o varios escalones por debajo de mí (y eso me compensará por sentirme como una mierda).
“Sí” a dejarme la vida en el trabajo: “No” a pasar tiempo con la familia.
“No” a querer volver a casa del trabajo, para no ver a la pareja: “Sí” a la cobardía de no enfrentarte a las consecuencias de la falta de amor.
“Sí” a criticar a los compañeros: “No” a te veo como igual, con tus propios problemas y dificultades.
“No” a descansar nunca: “Sí” al estrés y la enfermedad.
“Sí” a me priorizo y puedo distinguir entre lo importante y lo urgente: “No” a que me aplasten los pendientes e inaplazables.
“No” a gestionar adaptativamente mis emociones y tomar sus mensajes: “Sí” a la lío parda de forma inexorable.
“Sí” a estar todo el día con el móvil: “No” a apreciar los momentos simples y bonitos de tu día a día.
“No” soltar la expectativa y el perfeccionismo: “Sí” a la tensión y la exigencia.
“Sí” a decir que la gente que busca ayuda es débil: “No” a permitirse fallar, tener malas épocas o dificultades que pueda compartir (como si alguien pudiera escapar de ello).
“No” a ser vulnerable y que pueda necesitar que me echen un cable: “Sí” a cargar la mochila, cortar mis propios frenos y pintar mi propia cara en una diana.
“Sí” a bloquear los recuerdos de tus padres por haber mucho odio: “No” a poner paz en tu historia.
“No” a dejar que mis padres vivan sus vidas como quieran: “Sí” a suplantar su puesto y hacerles mis hijos.
“Sí” a dar todo lo que tenga sin mesura ni auto-cuidado: “no” a valorarme y ocupar mi sitio.
“No” a perdonar a mis hermanos: “Sí” a sentirme víctima fraternal y superior moral.
“Sí” a tratar de retener a tu pareja cambiando tu forma de ser: “No” a ser de la forma que os unió.
“No” a que tus hijos sean de una forma que no te cuadra: “Sí” a rechazar una parte de ellos y condicionarles tu cariño.
“Sí” a dañar intencionalmente a otros: “No” a verles como mis iguales y tener una relación con ellos.
“No” a aceptar la diferencias en los de enfrente: “Sí” a que me rechacen y aparten, justo por lo mismo.
“Sí” a salir de los patrones repetitivos: “No” a que me pase lo mismo de siempre.
“No” a suscribirme para recibir tus correos: “Sí” a perderme artículos divertidos e interesantes.
De estar fuera: noticia, consejo o reflexión de desarrollo personal que te pierdes.
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