Relaciones cepillo de dientes 🪥
Te lo digo desde el principio:
Son entre personas en las que: uno luce sonrisa, mientras que el otro se desgasta.
Uiss, da que pensar, ¿no?
Pero sigue leyendo que hay mucho más...
Hay varios escenarios en los que corre la pasta de dientes, por resumir, lo vemos en parejas.
De primeras, puede que pienses en una persona es rollo narcisista, que se aprovecha de otra, que se ve perjudicada.
Pero esto no es tan simple: una parte mala y una inocente.
La mitad sonriente:
Ni siempre tiene maldad, ni tiene que ser un hombre (uso el plural masculino para que no se haga eterno poniendo géneros).
De mayor a menor consciencia en lo que hacen, quienes:
Se aprovechan adrede: aquí sí entran perfiles (más o menos) patológicos, que no tienen escrúpulos en ver al otro desgastarse. Que ponen sus intereses por encima de los de su pareja.
Se cree en derecho o el mundo les debe: por alguna creencia, se sienten legitimados (por historia personal, porque aporten más a la relación, por machismo,...).
Hay un sub-apartado de los que creen hacer algo heroico o importante, cargados de razones "positivas", pero también están muy cerca del primer grupo. Dan motivos para sostener el abuso, desde "quién te va a querer a ti" a "eso para ti es fácil". Es superioridad moral de alto nivel.
Dejan al otro desgastarse y no dicen nada: ¿despistes de la vida? Más bien ventaja injusta. Cómplices y co-autores del deterioro del otro.
Sub-apartados: ahora me toca a mí, narcisismo pasivo ("hace eso porque quiere"), la infantilización aprendida, es lo que sostiene la pareja y el miedo a perder lo obtenido.
No se dan cuenta: aquí tenemos los que no quieren dársela, preguntó una vez y no quiso saber más, los que son más cortos que la moral de un político y los que se creen las palabras y no leen entre líneas (poca o nula atención).
Pactaron ser apoyados pero... se ha hecho largo, ahora no saben cómo deshacer el entuerto, no saber compensar el esfuerzo.... estos ya no sonríen tanto, pero el perjuicio se lo sigue llevando el otro. De aquí se sale con conversaciones que lleven a acciones.
La mitad que se desgasta:
Vuelvo a repetir, pasa a ambos, pero por cultura más a las mujeres.
Humillación e indefensión aprendida: estar un segundo plano incorporado a la vida, del que no se cree poder salir.
Que se dicen que su vida es menos importante: pero es una vida que merece ser vivida.
Pactos con poca información: que se eternizan, en los que el esfuerzo se infravaloró, pasó algo no previsto y se han desactualizado.
No irrumpir en mal momento: no montar el pollo cuando no procede, esperando el momento que se hace eterno. Puede ser para no ocuparte de ti, pensando que el otro se puede perjudicar y que ahora no toca. Pero en ocasiones el sacrificio no siempre es sacrificio, es un modo de no afrontar decisiones difíciles y la culpa anticipada.
Miedo al abandono, a la ruptura del proyecto, a la soledad, a no saben cómo reorganizar su vida sin esa relación (dinero, logística, hijos, vivienda, estatus…).
Ideas desactualizadas: lealtades a la pareja por amor romántico, dar la palabra y ni quebrantar ni discutir la promesa, porque una buena pareja no da por saco,... y demás creencias familiares y/o culturales. Un desequilibrio normalizado por falta de modelos sanos, que genera una hipoteca emocional.
La espera del descubrimiento: se pretende obtener el valor por adivinación, sin decir nada. La otra parte puede ser inconsciente del problema o vivir muy tranqui con la situación tal cual.
Obtienen reconocimiento en su sacrificio: ¿se desgastan? Sí, pero también obtienen un beneficio. En ocasiones, con mucha queja y ruido para que se vea bien que están ahí, en otras desde el silencio de la sobreimplicación (rescatar, sostener, curar o equilibrar al otro).
Buscar adrede el teórico segundo plano y salirte mal, de ir a por lana y auto-trasquilarte. Querer una ventaja y que esta se convierta en una promesa envenenada.
Y esto se extiende a otras relaciones y ámbitos (repasa las listas anteriores pensando en esto):
Amistades que vienen arrasando.
O a las que arrasas tú.
Jefes o compañeros que se lucen a tu costa.
O compañeros y empleados que te sufren.
Padres a los que has tenido que elevar como a Abraracourcix de los comics de Astérix.
Quizás sean tus hijos, los que te elevan a ti.
O tú quien elevas a tus hijos y estés sudando la gota gorda, más allá de sano.
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Manu
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